Ceremonia de Egresados


Cada semestre antes de finalizar el ciclo escolar, la dirección de mi facultad prepara la lista de las personas que podrán asistir a la ceremonia para la entrega simbólica de papeles, y los alumnos que gusten pueden dirigir algunas palabras a la audiencia: compañeros, maestros, familiares y amigos. Hace algún tiempo asistí a la ceremonia de una amiga y el momento en el que el chico y la chica de aquella vez se levantaron a hablar fue cuando supe que yo haría lo mismo en mi ceremonia.

Al principio no sabía muy bien cómo escribir mi discurso, las ideas fueron ordenándose con los días y creo que finalmente pude plasmar lo que tenía en mente. El ver las caras de mis amigos, saber que compartían el mismo sentimiento y encontrar a mis padres emocionados hasta las lágrimas fue algo muy, muy lindo porque supe que mis palabras habían sido escuchadas y sentidas como yo quería. En fin, si en alguna ocasión tienen la oportunidad de hacer algo parecido y, más importante, sienten que tienen algo que decir, no lo duden y ¡¡háganlo!! El resultado puede ser muy agradable. Y bueno, hoy comparto ese escrito que preparé para aquella ocasión tan especial, ocurrida apenas el pasado diciembre.

Romper un mundo


“Para nacer hay que romper un mundo”, decía el escritor alemán Herman Hesse en una de sus obras más representativas, cuando se refería al deseo que existe en cada persona de seguir nuestros sueños y a las decisiones y caminos que debemos tomar para alcanzarlos. Hay que atreverse, es el profundo significado que emana de esta frase, hay que atreverse a construir siempre nuevas metas, a seguir caminos que parecen sinuosos y escarpados pero que finalmente nos llevarán a la conquista de esa montaña que alguna vez vimos lejana y enorme. A través del transitar por estos caminos obtendremos un valioso cúmulo de conocimientos con los cuales emprender nuevos viajes y conquistar nuevas montañas.

Buenas tardes, compañeros egresados, familiares, profesores y amigos que hoy nos acompañan. Es un gusto subir aquí y ver reunidos en esta tarde a mis compañeros, y poder compartir con todos ustedes este momento de gran alegría para todos nosotros. Con la frase del inicio quise expresar el coraje que han tenido todos ustedes al enfrentarse a diversas situaciones antes de poder llegar a este momento. Este día ha sido uno de los más esperados por todos los que hoy nos reunimos, los que hoy concluimos nuestros estudios universitarios, así como para nuestros familiares, profesores y amigos. Aunque antes de llegar aquí recorrimos un sendero que no siempre fue fácil, gracias al apoyo de todos ustedes se convirtió en una etapa no sólo de crecimiento profesional sino personal.

Hoy, con estas palabras, quiero manifestar mi profunda gratitud y la de todos nosotros los que hoy egresamos a todas aquellas personas que nos han acompañado durante estos años de aprendizaje, como un reconocimiento simbólico al esfuerzo y la enorme confianza y amor que depositaron en nosotros y que nos han permitido llegar a esta meta.

En un país donde la mayoría de la población no tiene acceso a la educación superior, donde actualmente se viven situaciones de pobreza, desempleo y una enorme violencia, el estar aquí presentes nos hace unas personas enormemente afortunadas, pero también nos genera ahora una enorme responsabilidad, la responsabilidad de crear una mejor atmósfera para la gente a nuestro alrededor. Como profesionistas deberemos tomar conciencia de los problemas que aquejan a nuestra sociedad y hacernos partícipes como agentes de cambio en los múltiples escenarios hacia donde nos dirigiremos cada uno de nosotros para continuar nuestras historias. Seguiremos creciendo, y las decisiones que tomemos de hoy en adelante serán seguramente más complejas, sin embargo creo que cada uno se va con las armas suficientes para librar los nuevos obstáculos y superar los nuevos retos que nos presenta la vida. Hoy no hemos venido sólo a decir adiós a una etapa de nuestras vidas sino a tomar un nuevo lugar en este mundo y a encontrar nuevas oportunidades de aprendizaje, y como consecuencia, de crecimiento.

Finalmente, No me queda más que decir mil gracias Universidad Autónoma de Querétaro, mil gracias, Facultad de Ingeniería, estoy segura que donde quiera que vaya esta generación estará siempre orgullosa de su casa de estudios. Deseo lo mejor a cada uno de mis compañeros, esperando volver a verlos en un futuro y poder compartir nuestras nuevas metas y sueños, y recordar a todos aquellos que han hecho de nuestro camino un sendero maravilloso para recorrer.